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También llamadas alivetti o aliveddi ri Sant'Àjita, las olivette tienen una historia muy antigua. Una de las leyendas cuenta que, de camino hacia el procónsul de Catania, Ágata se detuvo un momento para atarse una sandalia y, en el punto donde tocó el suelo, empezó a crecer un olivo lleno de aceitunas. De ahí surgió la costumbre, por parte de los cataneses, de preparar estos dulces típicos de la fiesta de Santa Ágata.
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Poligono GEO
Olivette di Sant'Agata
Catania