MONASTERIO BENEDICTINO

La zona en la que se levanta el monasterio benedictino es la más significativa para la reconstrucción de los milenios de historia de Catania: los testimonios de presencia humana datan desde el Neolítico Medio (V milenio a.C.) hasta nuestros días. El enterramiento neolítico de una mujer con dos niños hallado en el patio este del monasterio representa uno de los testimonios más antiguos de presencia humana en esta zona.

En la prehistoria, la zona estuvo ocupada hasta la Edad de Bronce. Entonces las huellas antrópicas dejaron de reanudarse con los primeros pobladores griegos, los caldeos de Naxos fundaron el primer núcleo de Katane en la colina de Montevergini en el 729 a.C.

La primera destrucción de la ciudad se produjo a manos de Siracusa en el siglo V a.C. y la reconstrucción se evidencia por vestigios de edificios y calzadas del siglo IV a.C.

En la zona del monasterio, las épocas romana, republicana e imperial están bien representadas en los restos arqueológicos del cardo decumano pavimentado con piedra basáltica, los restos de edificios, ninfeos y termas hallados en la zona del patio oriental, y los restos de una domus del siglo II d.C. con suelos de mosaico sacados a la luz en la sala del lado norte del claustro occidental.

En la Edad Media, esta parte de la colina de Montevergine que más tarde ocuparía el convento sufrió un proceso de despoblación y abandono.

Fue en 1558 cuando comenzó la construcción del complejo. En 1669, una colada de lava bañó el monasterio, dañándolo, y durante el desastroso terremoto de 1693 perecieron 34 de los 48 monjes que allí residían. A las destrucciones siguieron ambiciosas ampliaciones y reconstrucciones. A través de esta tormentosa historia, el monumento que ha llegado hasta nuestros días, que incluye claustros, bibliotecas, una imponente basílica y un espléndido jardín en el tejado, es un admirable ejemplo de varios elementos históricos que se complementan entre sí. Ésta es sin duda una de las razones por las que el conjunto monumental de los benedictinos ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En la actualidad, el convento alberga el Departamento de Ciencias Humanas de la Universidad de Catania.