Villa Pacini

Seencuentra bajo los arcos de la Marina, por cuyo viaducto pasa la vía del tren, cerca del puerto y justo delante de la puerta Uzeda, la antigua puerta de la ciudad; se extiende en forma triangular entre la Via Cardinale Dusmet y la Piazza Borsellino, y cuenta conuna zona equipada con juegos para niños.

Apodado "Villa 'e varagghi" por los cataneses, ya que en el pasado era visitado sobre todo por ancianos que iban allí a relajarse y "bostezar"; ("varagghiu" significa de hecho bostezar en catanés).

El Jardín Pacini no es sólo uno de los cuatro parques urbanos, es un emblema catanés, uno de los lugares más antiguos de la ciudad, que durante años se ha convertido en contenedor diario de historias, anécdotas y cultura local.

De hecho, paseando por Villa Pacini, uno todavía puede cruzarse con familias reunidas en torno a los juegos instalados allí por el municipio; cataneses que, mientras pasean, se detienen a contemplar lo que queda visible del río Amenano; o pequeños grupos de ancianos que, armados con mesa y sillas, montan a diario mini salas de juego para pasar el tiempo en armonía, observados por los transeúntes y los numerosos turistas que se extienden sobre lo poco que queda de vegetación. En resumen, el bullicio no falta, aunque a veces haya a quien le cueste un poco imaginar Villa Pacini como era antaño, grande, verde y sobre todo llena de vida.

Fundada durante el Risorgimento, la antigua Villa, bautizada inicialmente como "della Marina", se alzaba a los pies del mar.Cuando, en 1866, comenzaron las obras de construcción de la línea férrea Mesina-Siracusa, dando lugar a lo que hoy conocemos con el nombre de "Archi della Marina", justo encima de la villa, hubo mucha controversia. No fue hasta 1978 cuando la villa original pasó a llamarse "Villa Pacini", en homenaje al músico y compositor catanés Giovanni Pacini.

A lo largo de los años, se han llevado a cabo numerosas reformas y, debido al retroceso de varias decenas de metros desde el mar, ha surgido junto a la villa la Piazza Alcalà, ahora Piazza Borsellino.

Villa Pacini sigue conservando cierto encanto, gracias a la presencia de un tramo del famoso río Amenano. Aquí se encuentra uno de los pocos puntos donde es posible admirar el curso del río Catanese antes de que desemboque en mar abierto.