MUSEO EMILIO GRECO

La ciudad de Catania alberga desde los años 90 el Museo Emilio Greco, que el artista catanés inauguró poco antes de morir.

Desde hace más de dos décadas, las salas, ubicadas en el interior del Palazzo Gravina Cruyllas, el mismo de la casa natal de Vincenzo Bellini, albergan numerosos ejemplos de su producción gráfica, que abarca un amplio periodo de tiempo comprendido entre 1955 y 1992.
Hay una serie de grabados titulados "Commiati" que expresan y analizan el tormentoso momento de la separación entre un hombre y una mujer.

En los títulos pueden encontrarse citas clásicas recurrentes: Nausicaa, Euriclea, Aretusa, Medea, Safo, El retorno de Ulises, Metamorfosis, Ninfa y Fauno, y la fuerza de la inspiración poética que se materializa en las continuas referencias a Catulo.

El escultor nació en Catania en 1913 y, desde muy joven, quedó encantado por la escultura antigua: así lo cuenta en sus memorias: En el antiguo Convento de San Plácido, asistí a la escuela primaria y, justo enfrente, a la salida del colegio, descubrí los primeros hallazgos de la gran civilización grecorromana a través de la robusta reja de la planta baja del Palazzo Biscari que da al agua del Puerto.

 Pero en Catania ser artista, en aquella época, era casi imposible, las artes figurativas languidecían y los artistas no tenían posibilidad de realizar exposiciones.

 Con el tiempo, sin embargo, las cosas han cambiado también en Catania. Ahora hay allí institutos de arte y funcionan galerías privadas. Mis conmovedores recuerdos de juventud siempre han estado arraigados allí: allí, en la ciudad barroca, donde los viejos monasterios se agrupan en el lugar que fue la acrópolis en la edad de oro de la Magna Grecia.

 El mar, el aroma del jazmín, los cánticos árabes de los vendedores en las calles soleadas, los olores picantes de una cocina compuesta, los muchos legados de diferentes civilizaciones: todo revive con intensidad e insistencia en mi alma.

Hoy el Museo Emilio Greco ha encontrado un nuevo hogar, el antiguo Convento de San Plácido, un lugar muy citado en las memorias del artista, antaño sede de su escuela primaria, hoy Palazzo della Cultura.