BAÑOS ACHILLIANOS.

En el atrio de la iglesia, desde una escalinata situada a la izquierda de la fachada de la Catedral se puede descender a lo que queda de un gran complejo balneario construido entre los siglos III y V. El nombre Achilliane delle terme se derivó de fragmentos de epígrafes recompuestos y ahora conservados en el museo cívico de Castello Ursino. No es posible especular con precisión cuán grandes eran estos baños. Pero varios fragmentos encontrados en excavaciones ocasionales sugieren que todo el área de los terrenos de la Catedral hasta la plaza de la Universidad al norte era parte del complejo balneario & nbsp; y que llegaba a Piazza S. Plácido. Lo que hoy se puede visitar es una sala cubierta por bóveda de crucería sostenida por cuatro pilares a la que se accede a través de un corredor con bóveda de cañón. Una serie de depósitos alimentados por las aguas subterráneas de Amenano, que formaban parte del sistema de encauzamiento, drenaje y depuración de los balnearios, pueden verse al final del recorrido que hoy es practicable. En las paredes y el techo aún se pueden descifrar las antiguas decoraciones de estuco con sarmientos y querubines. Estas decoraciones han sugerido una dedicación al dios Baco de los baños.