IGLESIA DE S. PLACIDO

Situada en la plaza del mismo nombre, a pocos metros del Palacio Biscari y de la catedral, la iglesia es uno de los monumentos más destacados del barroco catanés. La iglesia original se fundó a principios del siglo XV en el emplazamiento de un templo pagano dedicado a Baco y en el mismo lugar donde, según la tradición devocional agatina, se alzaba la casa del santo. Poco después de su construcción, se anexionó a la iglesia un monasterio de monjas benedictinas. El terremoto de 1693 destruyó también este complejo conventual, y las tres monjas supervivientes comenzaron inmediatamente a trabajar en su reconstrucción. La nueva iglesia fue diseñada por el arquitecto polaco Stefano Ittar. La fachada, de dos órdenes, es tripartita con altas pilastras con capiteles corintios. Desde el tabique central cóncavo en lo alto de la escalera de entrada, se accede al interior de la iglesia de una sola nave, donde dominan dos colores: el blanco del estuco y el del pan de oro que cubre generosamente las cornisas, molduras y decoraciones barrocas. Detrás de la iglesia se encuentra el edificio del monasterio con su gran patio clásico. Adquirido en 1909 por el municipio, el edificio es ahora el Palacio de la Cultura, sede de numerosos eventos artísticos y culturales.